Think Small

Quizá hoy pueda parecer un estilo publicitario rutinario, incluso cansino, pero cuando en 1959 la agencia Doyle Dane Bernbach (DDB) publicó para Volkswagen la campaña Think Small , revolucionó el mundo de la comunicación. Hasta ese día, los anuncios eran barrocos y con escasa sutileza intelectual. Los creativos de la DDB decidieron arriesgar y presentar el recién estrenado Beetle apelando a la ironía y el minimalismo. El resto es historia. Hoy, ningún anuncio apela a otro macguffin que las viejas pulsiones humanas, y lo hace recurriendo a estrategias conductistas que nos convierten sin apenas notarlo en sumisos perros de Pavlov . Simple, pequeño y fácil de estacionar. ¿Cómo no amarlo? La clave del éxito publicitario está en establecer una conexión invisible con el potencial consumidor basada en emociones primarias. Cuando pensamos en necesidades primarias, al segundo se nos vienen a la mente respirar, beber, comer... Pero los artistas d el...